A primera vista, puede parecer que la felicidad en el trabajo y el desarrollo de la inteligencia emocional son dos conceptos que no tienen relación alguna, especialmente para aquellos que no están familiarizados con el concepto de felicidad en el entorno laboral. Sin embargo, la interconexión entre la cultura de la felicidad organizacional y el desarrollo de la inteligencia emocional son fundamentales en los proyectos empresariales con mayor visión de futuro.

En esta ocasión, nos proponemos simplemente presentar la relación entre ambos elementos y enfocarnos en cómo se influyen mutuamente de manera positiva, y cómo esto repercute en todos los involucrados, ya sean empleados, líderes o empresas.

 

¿Cómo se relacionan la inteligencia emocional y la felicidad en el trabajo?

No es necesario resaltar excesivamente el peso específico de las emociones en la felicidad. Las emociones tienen presencia en aspectos afectivos, relacionales y cognitivos, interviniendo en nuestra capacidad de regularlas y, hasta cierto punto, influenciando en nuestro concepto de felicidad y bienestar.

 

Si observamos los pilares de una cultura de felicidad organizacional, tales como un liderazgo que incorpore las emociones de manera efectiva, relaciones interpersonales basadas en la comprensión mutua, resolución proactiva y constructiva de conflictos, comunicación abierta con enfoque empático, y promoción general del bienestar, también en el ámbito emocional, es evidente que las emociones no son simplemente un «complemento» en estos aspectos clave; son la base de una cultura corporativa en la que se valora la felicidad en su totalidad.

 

¿Qué se logra al incluir las emociones en la cultura corporativa?

La integración del bienestar emocional en el trabajo como parte esencial de la cultura corporativa genera una sinergia que fortalece tanto la inteligencia emocional como la felicidad organizacional. Esta relación conlleva tres efectos visibles:

  1. Mejora en la gestión emocional, permitiendo a los individuos manejar sus emociones de manera más efectiva para alcanzar sus objetivos laborales.
  2. Mejora en la habilidad de comunicación, posibilitando una conexión más empática y eficaz en el entorno laboral.
  3. Mejora en las relaciones interpersonales, facilitando la construcción de relaciones positivas que contribuyan a un mejor desempeño laboral.

Esto favorece tanto el desarrollo individual de los empleados como su compromiso con la organización, al tiempo que fortalece a la empresa en su conjunto, generando resultados positivos para todas las partes involucradas. Es una situación en la que todos ganan.

 

¿Cómo se entrena la inteligencia emocional en el trabajo?

En términos prácticos, hablar de inteligencia emocional en el ámbito laboral implica hablar de gestión emocional. Aquí resumimos los aspectos clave en el entrenamiento de inteligencia emocional:

  1. Es crucial contar con un modelo de liderazgo y un ambiente laboral propicios, que sumen y no resten en el desarrollo de la inteligencia emocional.
  2. La regulación y afrontamiento de las emociones son técnicas específicas que requieren atención especial.
  3. La definición de acciones concretas como coaching ejecutivo, empresarial, de equipos y de grupos, en el  desarrollo de estas competencias, es fundamental.

Es altamente recomendable, especialmente en etapas iniciales, contar con formación especializada en la materia. Los líderes necesitan desarrollar habilidades de coaching, aunque sean básicas, mientras que también es importante concienciar a los empleados sobre la importancia de cultivar el desarrollo del autoliderazgo y la gestión emocional.

 

¿Quieres saber más? Agenda una cita completamente gratuita con uno de nuestros especialistas en Desarrollo de Habilidades blandas, da clic aquí.