Las emociones se definen como aquel estado de ánimo que está caracterizado por una conmoción orgánica que sucede de acuerdo a los recuerdos, sentidos o ideas. Dentro de todas las emociones que podemos experimentar, se dice que existen 3 emociones primarias que cumplen con una función adaptativa, las cuales son:

 

  • La ira
  • El amor
  • El miedo

 

Estas 3 emociones se presentan ante nosotros desde la niñez y se generan a partir de diferentes experiencias, reacciones o conductas que vamos experimentando. Es decir que cada persona le imprime un significado diferente a cada emoción y esta es disparada cuando ese significado se manifiesta.

 

Por ejemplo, si experimentaste alguna situación extrema que te haya hecho sentir miedo o enojo, se puede anticipar que aun y cuando esa situación no se presente nuevamente, la idea de que esto ocurra te puede volver a hacer sentir la misma emoción que en un principio se disparó en tu cerebro. Sin embargo, si se considera que estas emociones afectan a tu vida diaria, es posible convertirte en el escultor de tus propias emociones por medio de la Programación Neurolingüística para desprogramar la red neuronal que quedo activada a partir de una experiencia.

 

Según la Programación Neurolingüística (PNL), nuestra forma de pensar y recordar es única e irrepetible, por lo tanto, el significado que le imprimimos a cada emoción es construida mentalmente según nuestras experiencias. Y precisamente, partiendo de esta idea, se puede decir que nos es posible desactivar emociones que nos hacen daño y potenciar aquellas que consideramos positivas.

 

Desactivando emociones negativas.

 

Utilizando la PNL, es posible desactivar aquellas emociones que nos afectan para realizar nuestras actividades o que simplemente no nos permiten alcanzar todo nuestro potencial. Sigue estos pasos:

 

  1. RECONOCIMIENTO: Conocer cuáles son las emociones que nos provocan sufrimiento, analizando nuestro comportamiento, haciendo un lado nuestros mecanismos de defensa y eliminando la auto censura para trabajar directamente con ellas.
  2. REPRESENTACIÓN: Una vez que reconociste las emociones que quieres desactivar, es necesario que observes, como te ves a ti mismo cuando esa emoción se hace presente. Ya sea con imágenes, sonidos, o sensaciones. Analiza si estas asociado o disasociado a estas emociones observando incluso tu postura corporal al revivirla. ¿Te produce dolor de cabeza, ansiedad o tensión? Es esencial identificar esto para poco a poco ir desprogramándolo.
  3. DESPROGRAMACIÓN: Ya que detectaste una emoción que te está limitando, gracias a las experiencias previas que hayas tenido, es importante que empieces a cambiar la estructura del pensamiento y la emoción. En ocasiones, el simple hecho de hacerte consiente de estas reacciones hacia esos sentimientos, es suficiente para desactivar las emociones negativas.

 

 

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Fuente: |IPH |