En medio de esta nueva normalidad, iniciar un nuevo proceso de selección resulta desafiante. Para tí como reclutador es imprescindible saber comparar las motivaciones del candidato con las exigencias del puesto de trabajo. Y para tener éxito en la evaluación del nivel de motivación y los valores de un postulante,  es importante cuidar que nuestros propios sesgos cognitivos no influencien en nuestras opiniones del candidato. Una forma infalible para poder realizar esta selección de forma objetiva son los exámenes psicométricos.

 

 

Sin embargo, es crucial que conozcas que la motivación está directamente relacionada con tres tipos de factores:

 

  • La personalidad
  • Las motivaciones externas
  • Los intereses

 

 

Personalidad

 

Compuesta por sus aspiraciones más profundas, la personalidad nos indica cuestiones como la necesidad de acción que tiene un candidato,  la habilidad que podría tener para dirigir un equipo de trabajo, la tendencia a pensar en los demás, entre otras. Estas son las motivaciones más estables y son básicas para adecuarse a la cultura de tu empresa y en ciertos casos, al puesto de trabajo.

 

Motivaciones externas

 

Consideran la situación personal y la motivación laboral de cada individuo.  Analiza si las motivaciones externas podrían ser un factor para el desarrollo de sus actividades dentro de la empresa. Algunos ejemplos de esto son: el ambiente laboral, la remuneración, la proximidad geográfica del trabajo en relación con su vivienda. Todos estos factores pueden influir en la motivación de tu personal.

 

Intereses

 

Funcionan como una extensión de la personalidad, pero representan la esencia del candidato. Cuando está en juego su satisfacción, sus metas y objetivos laborales, la motivación por intereses influye en su rendimiento profesional.

 

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Fuente: | CentralTest |